Perfil de la etapa | |
Distancia | 36 kms |
Desnivel acumulado | 236 metros |
Tiempo total | 3:04 h |
Salida de León fea y oscura
Dejamos atrás la ciudad de León por calles con locales abandonados y bastante tráfico a través de un polígono. Nada tiene que ver con la salida de Burgos por la ribera del río.
El cielo está oscuro y sólo deseamos que no empiece la lluvia inmediatamente. Cuando planificamos el camino, pensamos en quedarnos dos días en León, finalmente hemos cambiado de opinión y hemos partido la siguiente etapa en dos para seguir avanzando pero recuperar fuerzas durante estos dos días.
Pasando Virgen del Camino hay una bifurcación en la que dan una alternativa al Camino Francés. El original va por un andadero al lado de la nacional.
Hemos decidido coger la vía alternativa porque en la guía la recomiendan por ser más tranquila y prácticamente sin coches y camiones a pesar de tener algún kilómetro más.
Una alternativa al Camino Francés
Efectivamente. Prácticamente todo el camino va intercalando asfalto con caminos de tierras en buen estado.
Kilómetros y kilómetros de rectas interminables en las que se ven pocos peregrinos caminando.
A lo lejos se ve el cielo muy oscuro. De vez en cuando chispea y decidimos ponernos los chubasqueros para estar preparados viendo lo que se nos viene encima.
Como nos temíamos, nos pilla la tormenta. Nos quedan pocos kilómetros para nuestro destino, por lo que decidimos agachar la cabeza y seguir pedaleando.
Albergue San Martín en Hospital de Órbigo
Me atrevería a decir que es el mejor albergue en el que hemos estado en todo nuestro viaje sobre ruedas.
Situado en la calle principal del pueblo Hospital de Órbigo este albergue está muy cuidado. El arte rebosa en sus paredes. Los cuadros que hay son pintados por peregrinos.
El encargado es muy amable y nos invita a pintar, pero no queremos estropear la calidad de las paredes 😁
El precio por persona son 7€ y cuenta con una cocina bastante equipada y limpia y un bonito patio con lavadora y secadora (4€).
La lluvia nos respetó por la tarde por lo que también recomendamos dar un paseo por el pueblo. Especialmente el puente por el que pasa el Camino de Santiago y donde se libran batallas medievales.
Hay bastantes bicigrinos en el albergue. Siempre es un plus que los albergues tengan espacio para nuestras «bota» 😊
Empieza el verdadero camino, el de la convivencia
Hemos de decir que hasta ahora no habíamos entablado mucha conversación con los peregrinos. Entre que son extranjeros y llevan otro ritmo, nos costaba.
Pero el albergue San Martín fue especial porque empezamos a hablar con otros compañeros, tanto ciclistas como caminantes y fue muy chulo compartir distintos puntos de vista de las mismas rutas y experiencias.
Es uno de esos días en los que no quieres ir a dormir porque necesitas seguir hablando y compartiendo (la verdadera esencia del camino, no?).
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